Carta Magna, su emblema.

Palabras de José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S

"La noticia de que José Antonio Primo de Rivera, jefe de Falange Española de las J.O.N.S., se disponía a acudir a cierto congreso internacional fascista que está celebrándose en Montreaux es totalmente falsa. El jefe de Falange fue requerido para asistir; pero rehusó terminantemente la invitación, por entender que el genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte Falange Española de las J.O.N.S. no es un movimiento fascista; tiene con el fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal; pero va perfilándose cada día con caracteres peculiares y está segura de encontrar precisamente por ese camino sus posibilidades más fecundas".

domingo, 27 de septiembre de 2009

Españoles en la división SS valona de Léon Degrelle. parte final.


Los Españoles de Hitler.


Todos conocemos la historia de la División Azul y su breve sucesora, la Legión Azul -1-, así que no me entretendré en repasarlo. Lo que voy a comentaros aquí es la desconocida historia de aquellos españoles que sirvieron en las Waffen SS.

Todo arranca con un belga nacionalizado español, Antonio Alfonso Van Horembeke. Van Horembeke había participado en la Guerra Civil y al estallar la guerra contra Rusia decidió alistarse nuevamente, combatiendo en las filas de la división de las Waffen SS Wallonien en Estonia. Él propuso la idea de reclutar españoles para las Waffen SS a León Degrelle a través de un suboficial valón, Paúl Kehren, que había también estado en España durante la guerra.

Degrelle inmediatamente aceptó la idea y le encargó esta misión. Van Horembeke se entrevistó con Luis García Valdajos, un vallisoletano de 26 años que había combatido en la Guerra Civil, donde ascendió hasta Teniente provisional y en la División Azul como simple recluta. García Valdajos estuvo destinado como oficial en las compañías españolas antiterroristas durante 1944 y sin servicio activo desde la retirada de éstas al caer Francia asignado a las oficinas centrales (SS-Hauptamt) de Berlín. En septiembre o principios de octubre de 1944 se entrevistaba García Valdajos en el Hotel Adlon de la capital del Reich con León Degrelle, que le convence para incorporarse en su división. El primero de noviembre es la fecha de incorporación oficial a la unidad.

Kehren, Van Horembeke y García Valdajos viajan a diversos lugares donde había españoles dispuestos a alistarse, convirtiéndose pronto García Valdajos en el comandante de facto de la operación de reclutamiento. A finales de noviembre de ese año el primer contingente de voluntarios españoles estaba dispuesto y concentrado en los cuarteles de Breslau (actual Wroclaw). Se trataba de cerca de un centenar de hombres, muchos de ello antiguos divisionarios a cuyo mando estaba el SS-Ostuf (teniente primero) García Valdajos. En las memorias del SS-Sturmbannführer (Comandante) belga Franz Hellebaut, que era el máximo oficial de carrera en la división y verdadero organizador de la división, se dice que a finales de 1944 “el batallón del 70 vio llegar a un centenar largo de antiguos combatientes de la División Azul que Degrelle había descubierto en Viena y que había invitado a unirse a sus borgoñones habiendo recibido permiso para formar una tercera compañía.”.


Como oficial de enlace con los mandos belgas estaba el SS-Ustuf. (Alférez) Rudi Bal, que comandó un tiempo una sección de la disuelta por falta de efectivos 2ª Cia y que hablaba español al haber vivido en Argentina. Caería en combate el 6 de marzo al frente de sus hombres. García Valdajos, que no entraría en combate y que su misión era más de organización, no seguiría a sus hombres cuando fueron comandados al frente a finales de enero de 1945 quedándose en Remagen, hizo que éste oficial belga comandase de facto a los españoles las próximas semanas.


Se decidió que los españoles formarían parte del único batallón existente del 70 Regimiento de infantería SS de la división -en la nomenclatura militar I/70- a cuyo mando estaba el SS-Ostuf (Capitán) Robert Denier. Los efectivos españoles, dado que podían cubrir los efectivos de una compañía (por aquella época las compañías ya se formaban con menos de un centenar de hombres a diferencia de los 160 que se exigía al principio de la guerra) se les incluyó como la 3ª del batallón.

Sin embargo, antes de entrar en combate y mientras recibían instrucción, un grupo de voluntarios italianos - emigrantes residentes en Bélgica y trabajadores italianos en Alemania alistados en la división de Degrelle- obtuvieron permiso para viajar a Italia e incorporarse en las Waffen-SS italianas. Junto a esta treintena de italianos una decena de españoles al mando del SS-Oscha Camargo y el SS-Uscha Martínez también les seguirán y servirán en la 29. Waffen Grenadier División der Waffen-SS (Italianische nr. 1) los últimos meses de la guerra.

Así pues tras la retirada de la última unidad "oficial" española de la guerra, la Legión Azul, también conocida como la "Legión Española de Voluntarios", una parte de los voluntarios se negaron a volver a España porque querían seguir la lucha. A estos se sumaron nuevos voluntarios que cruzaron ilegalmente la frontera, llegando hasta Lourdes, donde una unidad especial, el Sonderstab F, les incorporaba a las Waffen SS.

En junio de 1944, estos voluntarios fueron entrenados en Stablack, cerca de Königsberg -lo que llevó a que les llamaran Kampfgruppe Stablack-, y formaron una compañía, la Spanische-Freiwilligen-Kompanie der SS 101. A principios de 1945 los efectivos se había incrementando y formaron una segunda compañía, la Spanische-Freiwilligen-Kompanie der SS 102. Se calcula que los voluntarios sumaban unos 300. En febrero de 1945 la Spanische-Freiwilligen-Kompanie der SS 101 fue incorporada a la SS Freiwilligen-Panzergrenadier Division Wallonie, luchando en Pomerania. Un grupo de supervivientes, al mando de Miguel Ezquerra, antiguo veterano de la División Azul, podría haber luchado en los combates de Berlín.



-1- Tras la repatriación de la División Azul, se crea la Legión Española de Voluntarios (LEV), siguiendo el modelo del Tercio de la Legión Extranjera Española. Con fuerza de Rgto. Estará integrada por tres Batallones o Banderas: dos de infantería y uno mixto (artillería, anticarro, zapadores y reconocimiento). Sus efectivos teóricos serán de 2.133 voluntarios puros. Al mando se coloca al Coronel Antonio García Navarro. Su ayudante será el capitán Urbano. Es declarada operativa el 28 de noviembre de 1.943, partiendo hacia el frente para integrarse en la 121ª División alemana sustituyendo al 450º Rgto. De Granaderos, en el sector de Leningrado. Luchará en ese frente hasta el 3 de marzo de 1.944, cuando llega la orden de repatriación de la Legión Azul. Los primeros repatriados llegan a Irún el 31 de marzo de 1.944. Dos semanas más tarde todos los legionarios estarían de vuelta en España.


Primero, es importante subrayar que los españoles que se alistaron voluntarios en las unidades de combate de las SS a partir de 1944 (a excepción de los que se habían negado a regresar a España, es decir, los últimos integrantes de la Legión Azul y aquellos que trabajaban en territorio del Reich), fueron los únicos voluntarios europeos que se juntaron a las Waffen SS (en adelante, WSS) partiendo de su propio país. El resto de voluntarios europeos de las WSS lo fueron desde territorios que ya estaban ocupados por los alemanes.

Hay constancia de que en la noche del 27 de enero de 1944, José Valdeón Ruiz, junto con dos amigos, cruzaron la frontera franco-española con la intención de unirse al ejército alemán. Durante los ocho meses siguientes, hasta que los aliados limpiaron los Pirineos de alemanes, cientos de españoles siguieron el ejemplo de Ruiz. Tanto en España como en la Francia ocupada, las SS tenían una unidad especial (Sonderstab F) encargada de reclutar a los voluntarios españoles y facilitarles el transporte a Alemania, contratos de trabajo y documentos de identidad. La posición oficial española (desde Franco al Ministerio de Exteriores, pasando por el embajador alemán en Madrid) era opuesta a estos reclutamientos, pues a esas alturas de la guerra, Franco estaba claramente virando su postura anterior de colaboración y apoyo al III Reich. Sin embargo, algunos miembros de la Falange, veteranos de la División Azul y varias agencias alemanas se esforzaron en que los reclutamientos llegaran a buen fin. Solamente en una semana, en enero de 1944, más de cien españoles se presentaron en la embajada alemana de Madrid con la pretensión de alistarse en el ejército alemán. En mayo de 1944, había unos 300 españoles en Versalles.

He leído en algún lugar que la Falange había nombrado a un funcionario belga (valón), un tal Alphonse Van no sé cuantos, que había combatido en la Guerra Civil española al lado del bando nacional, y que entonces era funcionario de la Delegación Provincial de Falange en Vizcaya, digo que la Falange le encomendó la misión de reclutar en los territorios del Reich a los españoles que estuvieran dispuestos a alistarse en las WSS. Estos españoles pertenecían en su mayoría al número de españoles (unos 25.000) que habían ido, generalmente de forma voluntaria, a Alemania con un contrato de trabajo al principio de la guerra, en una de las primeras políticas de colaboración del régimen franquista con Hitler. Sobre estos trabajadores, estimado Waffen Camo, creo haber escrito un artículo hace tiempo; si lo encuentro en mi archivo te lo puedo colgar, si estás interesado. Cuando las fábricas donde trabajaban esos españoles comenzaron a ser bombardeadas y destruidas por los aliados, nuestros compatriotas se desperdigaron por Alemania. Algunos se enrolaron voluntarios en la marina mercante alemana con la esperanza de tocar algún día puerto español o territorio neutral, aunque igualmente se exponían a ser atacados por la aviación, marina de guerra o submarinos aliados en su guerra contra el tráfico mercante alemán. Otros se comprometieron con la causa nazi, ingresaron en la Organización Todt, en las fuerzas de trabajo militarizadas, en las Waffen SS o en la Legión Azul dentro de la Wehrmacht.


Así que había dos misiones: una, el reclutamiento de voluntarios dentro de España; otra, el reclutamiento de voluntarios españoles fuera de España. Los primeros debían afrontar el peligro de cruzar la frontera española (oficialmente cerrada), y creo que algunos de ellos fueron tiroteados por la guardia de aduanas. Los que lo conseguían se dirigían a Lourdes o San Juan de Luz, o directamente a Versalles. Desde aquí eran enviados normalmente a Stablack-Sud Steilanger, en la Prusia Oriental. En Stablack los españoles fueron divididos en dos batallones y desplazados a los alrededores de Viena para llevar a cabo un entrenamiento de ocho semanas, entrenamiento dirigido por oficiales que habían sido enlaces entre la División Azul y el Heer. Del 8 de junio al 20 de julio de 1944 otros 150 españoles se unieron al Batallón Fantasma, nombre con que bautizaron a la formación sus soldados, imagino que porque oficialmente era una formación inexistente.


Bowen, en The Ghost Battalion: Spaniards In The Waffen-SS 1944-1945, dice que según la policía española agregada en Roma (que había reportado un informe sobre la unidad), los voluntarios españoles insistieron a los alemanes para que no fueran dirigidos por oficiales españoles, quizás por su temor al régimen de Franco, ya que oficialmente el dictador español había prometido a los aliados que ningún español continuaría luchando a favor del Eje. Por ello, a medida que fue creciendo, la unidad tenía una mezcla de jóvenes oficiales españoles y alemanes, e incluso los ex oficiales de la División Azul que ingresaron en la unidad lo hicieron como simples soldados, teniendo que ganarse el ascenso con sus propios méritos. La unidad, pues, estaba mandada por un oficial de artillería alemán, el capitán SS Wolfgang Graefe, que había estado agregado a la División Azul.

Mientras que esas tropas completaban su entrenamiento para ir al frente, otros españoles fueron comprometidos rápidamente al combate. Sirviendo en el Sichertheitsdienst (SD), el servicio de seguridad de las SS, esos soldados –algunos de los cuales habían sido reclutados por los alemanes de entre los republicanos españoles exiliados- combatieron y espiaron contra los españoles de la Resistencia Francesa y contra los aliados en Normandía. La embajada española en Berlín estimó que en el verano de 1944 había unos 1.500 españoles trabajando para los servicios de seguridad alemanes en Francia. El Día D los alemanes habían reclutado, buscando más soldados, unos 450 españoles para servir en las WSS.


Mientras que la mayoría de los españoles reclutados ya vivían en la Europa ocupada por los nazis, unos 150 españoles cruzaron la frontera española hacia Francia entre junio y julio de 1944.

Los soldados españoles que se unieron a las WSS y otras unidades militares de la Wehrmacht combatieron en su mayor parte en el Frente Oriental, pero también en los Balcanes, contra la Resistencia en Francia, y finalmente en los últimos combates de Berlín en 1945.


En cuanto a la cifra total de voluntarios españoles que combatieron con las WSS y sus fuerzas de seguridad, resulta completamente imposible establecer una cifra indiscutida. Pero existe cierto consenso en que después de junio de 1944, la cifra debió rondar los 1.000 españoles (Berlin Document Center microfilm, T354, A3343, U.S. National Archives).
 
 
 

Cierra España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Miguel de Unamuno - Diario de Sesiones, Junio de 1932

Estas autoridades de la República han de tener la obligación de conocer el catalán. Y eso, no... Si en un tiempo hubo aquello, que indudablemente era algo más que grosero, de «hable usted en cristiano», ahora puede ser a la inversa: «¿No sabe usted catalán? Apréndalo, y si no, no intente gobernarnos aquí.»... La disciplina de partido termina siempre donde empieza la conciencia de las propias convicciones.

Luis Araquistáin,socialista publica en abril de 1934

"En España no puede producirse un fascismo del tipo italiano o alemán. No existe un ejército desmovilizado como en Italia; no existen cientos de miles de jóvenes universitarios sin futuro, ni millones de desempleados como en Alemania. No existe un Mussolini, ni tan siquiera un Hitler; no existen ambiciones imperialistas, ni sentimientos de revancha, ni problemas de expansión, ni tan siquiera la cuestión judía. ¿A partir de qué ingredientes podría obtenerse el fascismo español? No puedo imaginar la receta".

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

“La verdad es, lo he publicado antes de ahora, que el país no recibió mal a la dictadura, ni la dictadura hizo daño material al país. Es decir, no gobernó peor que sus antecesores. Les llevó la ventaja de que impuso orden, corto la anarquía reinante, suprimió los atentados personales, metió el resuello en el cuerpo de los organizadores de huelgas y así se estuvo seis años. Nunca la simpatía personal ha colaborado tan eficazmente en formar de un gobernante como el caso de Primo de Rivera, [...]”

Alejandro Lerroux, Mis memorias.

Frente Popular (Febrero 1936 - Marzo 1939)



Calvo Sotelo, sesion del 16 de junio de 1936.

"España vive sobrecogida con esa espantosa úlcera que el señor Gil Robles describía en palabras elocuentes, con estadísticas tan compendiosas como expresivas; España, en esa atmósfera letal, revolcándose todos en las angustias de la incertidumbre, se siente caminar a la deriva, bajo las manos, o en las manos —como queráis decirlo— de unos ministros que son reos de su propia culpa, esclavos, más exactamente dicho, de su propia culpa...
Vosotros, vuestros partidos o vuestras propagandas insensatas, han provocado el 60 por 100 del problema de desorden público, y de ahí que carezcáis de autoridad. Ese problema está ahí en pie, como el 19 de febrero, es decir, agravado a través de los cuatro meses transcurridos, por las múltiples claudicaciones, fracasos y perversión del sentido de autoridad desde entonces producidos en España entera.
España no es esto. Ni esto es España. Aquí hay diputados republicanos elegidos con votos marxistas; diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, y apóstoles del comunismo libertario; y ahí y allí hay diputados con votos de gentes pertenecientes a la pequeña burguesía y a las profesiones liberales que a estas horas están arrepentidas de haberse equivocado el 16 de febrero al dar sus votos al camino de perdición por donde os lleva a todos el Frente Popular".

La memoria analfabeta es muy peligrosa

Pérez-Reverte se embala. No es que le duela España, es que le indigna su incultura, su falta de espíritu crítico. Se revuelve porque, dice, un país inculto no tiene mecanismos de defensa, y “España es un país gozosamente inculto”. Tiene el escritor en la punta de los dedos las batallas, los hombres, las tragedias que han hecho la historia para apuntalar sus argumentos.

- Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz... Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?.

Arturo Pérez-Reverte